Cuando la poesía habita en la ciudad: Cecilia Domínguez Luis

Cecilia Domínguez Luis

Cecilia es una mujer de la isla, es una mujer de la ciudad; es poeta, es poeta del Ateneo, del Ateneo de La Laguna, en Tenerife.
Yo la conocí hace mucho tiempo... año setenta y cuatro o setenta y cinco. Todavía no sabía yo que ella era poeta. Era joven, tímida y desprendía dulzura e inspiraba ternura.


Ahora la veo con frecuencia en actos culturales y casi siempre va seria, con gesto retraído, como pensativa, pero cuando se encuentra con alguien conocido, su cara se transforma, se ilumina con una sonrisa abierta y cercana, cómplice, que invita a la confidencia. Conozco a dos de sus tres hijas, dos preciosas jovencitas. Estuve charlando con ellas después de la presentación del último libro que presentó su madre en el Ateneo. Se titula “El libro de la duda” aunque no entiendo por qué ya que no hay duda ninguna de que es una gran poeta y sin duda será un exito la publicación de su libro, el cual me dedicó muy amablemente.El libro de la duda (Cecilia Domínguez)


Su poesía – aunque sinceramente he leido poco de ella- me resulta dificil de comprender, pero transmite mucha fuerza. Por ejemplo en este último, trabaja mucho con los elementos fuertes: tierra, agua, sol, árbol, raíces, vida. Utiliza una estrofa muy poco usual, la sextina, que al parecer de su amigo Domingo Báez que le prologó, se acerca mucho en esta línea a Gutierrez Albelo y a Agustín Espinosa, vanguardistas del surrealismo.


Y esta es más o menos la semblaza de una poeta entrañable de mi ciudad, a la que puedo ver por la calle saludando a sus conocidos, o presentando libros , o en recitales poéticos o en presentaciones de cualquier acto referidos a la cultura de nuestra ciudad. Esta es nuestra Cecilia Domínguez Luis.



Mª Carmen Martín Mendoza -Marcamar-

Habitación de hotel, de Cristina Peri Rossi

Habitación de hotel (Cristina Peri Rossi)

En nuestras ciudades existen innumerables espacios donde las personas conviven y comparten sus horas. Pero la fugacidad del tiempo es más latente en este ir y venir de infinidad de transeúntes que ni lugar dejan para la reflexión única o compartida. Las relaciones humanas adolecen de un desarrollo armónico. Hay dos espacios en nuestras ciudades cosmopolitas -yo diría que ya son tres...- donde se reunen de forma temporal habitantes de una misma soledad: hoteles y aeropuertos.


De forma valiente y personal Cristina Peri Rossi nos acerca con sus poemas a esa desolación del ser humano que reclama Amor. Combina acertadamente la ironía con la ternura, nos presenta su fidelidad amorosa a la palabra, la escritura y la literatura, y nos descubre un tercer espacio, que aun siendo virtual no cesa de vomitarnos nuevas manifestaciones de una misma soledad.


VIRUS


Un virus ha entrado en mi ordenador

a través de un e-mail

igual que ocurre con una epidemia

o pandemonia.


No deja de ser extraño

que el amor de un mensaje

destruya mi sistema informático.


Me lo merezco

por permitir que el amor viaje por cable

en lugar de viajar por mi piel.




NOCTURNO URBANO


Extraña civilización ésta

en la cual, a las dos de la mañana

de cualquier martes,

de cualquier jueves,

o domingo

dieciocho mil tipos y tipas

según los cálculos del ordenador

están enganchados a pasatiempos infantiles

("disponga las figuras en sus huecos respectivos"),

cincuenta y seis mil

a guerra de marcianitos,

ochenta mil a simulacros de fútbol,

en lugar de hacer el amor

digo hacer el amor, no digo follar,

atención, los de la Academia:

follar, follan los perros, los jabalíes,

las marsopas, las moscas, los elefantes

y los rinocerontes.



Extraña civilización ésta

en la cual, a las dos de la mañana

de cualquier martes,

de cualquier jueves,

o domingo

cientos de miles de personas

están circulando por la red

con mensajes abreviados

en lugar de tocarse,

mamarse, lamerse, acariciarse.



Como un regreso a la infancia.



Lugar que quizás nunca abandonaron.



Gracias, mi admirada Cristina, leer este libro ha sido un gran placer.

Casa de Misericòrdia, de Joan Margarit

Casa de Misericòrdia (Joan Margarit)

El arquitecto de refugios poéticos... Hace unos días pude disfrutar con la presentación de su último libro de poemas Casa de Misericòrdia, en la biblioteca Francesca Bonnemaison. De mis anotaciones -he de confesar que son pocas ya que estuve escuchando atentamente-, resaltan unas palabras dichas por el poeta que me llevaban al pasado de nuestros mayores pero sin dejar el presente de nuestra sociedad actual.


el analfabetismo hoy día, no es no saber escribir, es no conocerse a sí mismo


Parece una palabra de otros tiempos, de aquellas que ya no te señalan y es lejana, como si correspondiese a la calificación de otros pueblos, y realmente aún se siente cerca. Tenemos a nuestro alcance innumerables medios de comunicación, de acceso a la cultura, podemos disfrutar de nuestro tiempo y crecer desde el interior... pero un viento helado nos hace claudicar fácilmente al mínimo esfuerzo, -ya lo hará alguien por mí, habrá una píldora, un ¡clic! desde el mando del placer-; se ha dejado la responsabilidad de uno mismo a la intemperie, huérfanos del saber sin posibilidad de refugio. Sin saber encontrar una casa de misericordia.


Puede ser que sea por eso, que llevada por la afición a la escritura y el mundo de las letras, inicié este camino de construcción - si se me permite decir-, casa de misericordia. Un lugar para ofrecer cobijo a los autores noveles que desean expresar con voz propia su camino interior.


Sea ahora la poesía de Margarit refugio, ya que como bien dice: la intemperie, y sobre todo la interior, es mucho peor.


M.G.Juárez -Sinera-

La ciudad como escenario poético: Barcelona Poesía


Barcelona Poesía

Desde hace unos días la ciudad se deja mecer en un oleaje de poemas venidos de diversos lugares. Mansamente, como una sábana de tejido fresco se desliza el verso por entre sus calles introduciéndose en bibliotecas, librerías, espacios lúdicos...



Biblioteca Francesca BonnemaisonLas bibliotecas son la estructura que ofrece cobijo al mestizaje, son isla de la imaginación y de los sentimientos; territorio de lo imposible habitado por libros, amados libros. Me gusta acariciar sus hojas de fragancia arbórea y sentir el mordisco del verso que nace con la lectura.



Otras lecturas de intensa plasticidad acercan un mundo poético en una exposición de poemas visuales Una imatge per mil versos, que se podrá disfrutar hasta el día 27 de mayo.









Edu Barbero, 'El sueño'

Gustavo Vega, 'Poema sobre partitura'. 1982
Edu Barbero,
"El sueño"
Gustavo Vega,
"Poema sobre partitura". 1982