2000 TAMBORES POR ÁFRICA

¡África!



Como en un grito primario y vital, así concluía el concierto de ayer noche. Un encuentro lleno de magia y solidaridad, reuniendo fuerzas para África.



Todos los asistentes participaron con su vitalidad manifiesta por una población -Sierra Leone- que ocupa el penúltimo lugar en la tabla del índice de desarrollo humano, según la ONU, y tiene el índice de mortalidad infantil más alto del mundo. Uno de cada tres niños nacidos muere antes de los cinco años, debido a la gran incidencia de enfermedades como la malaria y la malnutrición.



Incluida en la tercera edición del Festival Internacional de Percusión de Cataluña esta convocatoria de ayer intentaba reunir 2.000 tambores en un concierto solidario con África, después que en el año pasado se consiguiera convocar 600. El acto tuvo lugar en la sala 1 Pau Casals, del Auditori.










Todos los asistentes a este concierto abonaron 20 euros de entrada y en su asiento se encontraban con un tambor africano profesional (djembé) que estuvieron tocando según las instrucciones que se daban desde el escenario por los percusionistas del grupo Sewa Beats, dirección del concierto.







La recaptación integra es para el Saint John of God Catholic Hospital de Lunsa, en la población de Sierra Leona (África), entidad hermanada con el Hospital Matern-Infantil de Sant Joan de Déu de Esplugues de Llobregat (Baix Llobregat), quien envía de forma permanente, médicos, enfermeras y equipo técnico.




Voces con memoria

Ayer era viernes. Y era fiesta para mí.



En la mañana recogí a los dos poetas en la esquina del Café Zurich y sin mediar presentaciones innecesarias nos dirigimos hacia el Tibidabo. Encantadores los dos, soportaron muy bien mi conducción por esta ciudad loca que hoy nos acompañaba con indicios de primavera precoz.




Desde arriba, la ciudad tiene otra perspectiva, adolece del protagonismo individual y se transforma en una suma colectiva de sensaciones: ahí abajo cohabita la historia más frágil limitada por dos ríos, un mar y una montaña de suave montículo.




A la tarde la exposición y recitados en Lacapella. En la presentación de los poetas, el comisario de la misma Valentí Roma, nos introducía en una visión poética de nuestra realidad histórica. Muy acertada su síntesis de las diferentes obras y una puesta en escena llena de naturalidad, fuera de estéticas y perfomance superflua, la realidad dura y dura, y el contenido sobre el continente. Genial.




Antonio Orihuela me ha parecido una persona bellísima, un poeta comprometido de una calidad humana y artística excelente. David González, un torbellino de corazón inmenso, todo sensibilidad. Un lector apasionado que desnuda su alma sin pudor alguno exponiéndose totalmente al personal.




Con ellos he sentido esa parte de la historia que tanto mi abuelo como mi madre me explicaban, y he compartido un mismo sentimiento de comprensión y solidaridad para no olvidar nuestra verdadera memoria histórica.




Salut!

David González y Antonio Orihuela en Barcelona

Con este enunciado, escogido de los versos del poema Testamento (1986) del escritor argentino-chileno Ariel Dorfman, Don’t believe them/No les creas/No els creguis se abrió días pasados una exposición en una de las salas del Palacio de la Virreina, en Barcelona. Concretamente en la sala Lacapella. Desde cuatro perspectivas, desde cuatro miradas, pero con el peso de la vivencia, del testimonio directo de los hechos.


Os remito al enlace de la foto donde mejor que yo, su comisario, Valentín Roma hace una introducción debidamente ilustrada.



Pero también os invito a visitar el espacio del poeta David González, que junto a Antonio Orihuela realizarán lectura de poemas el próximo viernes día 8 de febrero. David nos relata en su blog los diferentes días en mi ciudad, hoy grisácea y lamentosa por la persistente agua que nos ha bendecido un poco el asfalto.




Fins divendres David y Antonio!