Antes de la ocultación
"Comencé a cantar entre dientes por obedecer en la oscuridad absoluta que no había hasta entonces conocido, la vieja canción del agua todavía no nacida, confundida con el gemido de la que nace; el gemido de la madre que da a luz una y otra vez para acabar de nacer ella misma, entremezclado con el vagido de lo que nace, la vida parturiente. Me sentí acunada por este lloro que era también canto tan de lejos y en mí, porque nunca nada era mío del todo. ¿No tendría yo dueño tampoco?
La música no tiene dueño, pues los que van a ella no la poseen nunca. Han sido por ella primero poseídos, después iniciados. Yo no sabía que una persona pudiera ser así, al modo de la música, que posee porque penetra mientras se desprende de su fuente, también en una herida. Se abre la música sólo en algunos lugares inesperadamente, cuando errante el alma sola, se siente desfallecer sin dueño. En esta soledad nadie aparece, nadie aparecía cuando me asenté en mi soledad última; el amado sin nombre siquiera. Alguien me había enamorado allá en la noche, en una noche sola, en una única noche hasta el alba. Nunca más apareció. Ya nadie más pudo encontrarme."
Zambrano, M.: Diotima de Mantinea en Hacia un saber sobre el alma, Madrid,
Ed. Alianza, 1989, p. 196
De la aurora (fragmento)
“Vivimos en estado de alerta, sintiéndonos parte de todo lo que acontece, aunque sea como minúsculos actores en la trama de la historia y aun en la trama de la vida de todos los hombres. No es el destino, sino simplemente comunidad -la convivencia- lo que sabemos nos envuelve: sabemos que convivimos con todos los que aquí viven y aun con los que vivieron. El planeta entero en nuestra casa.”
Zambrano, M.: "Geografía de la Aurora", en De la Aurora, Madrid, Ed. Turner, 1986
"Comencé a cantar entre dientes por obedecer en la oscuridad absoluta que no había hasta entonces conocido, la vieja canción del agua todavía no nacida, confundida con el gemido de la que nace; el gemido de la madre que da a luz una y otra vez para acabar de nacer ella misma, entremezclado con el vagido de lo que nace, la vida parturiente. Me sentí acunada por este lloro que era también canto tan de lejos y en mí, porque nunca nada era mío del todo. ¿No tendría yo dueño tampoco?
La música no tiene dueño, pues los que van a ella no la poseen nunca. Han sido por ella primero poseídos, después iniciados. Yo no sabía que una persona pudiera ser así, al modo de la música, que posee porque penetra mientras se desprende de su fuente, también en una herida. Se abre la música sólo en algunos lugares inesperadamente, cuando errante el alma sola, se siente desfallecer sin dueño. En esta soledad nadie aparece, nadie aparecía cuando me asenté en mi soledad última; el amado sin nombre siquiera. Alguien me había enamorado allá en la noche, en una noche sola, en una única noche hasta el alba. Nunca más apareció. Ya nadie más pudo encontrarme."
Zambrano, M.: Diotima de Mantinea en Hacia un saber sobre el alma, Madrid,
Ed. Alianza, 1989, p. 196
De la aurora (fragmento)
“Vivimos en estado de alerta, sintiéndonos parte de todo lo que acontece, aunque sea como minúsculos actores en la trama de la historia y aun en la trama de la vida de todos los hombres. No es el destino, sino simplemente comunidad -la convivencia- lo que sabemos nos envuelve: sabemos que convivimos con todos los que aquí viven y aun con los que vivieron. El planeta entero en nuestra casa.”
Zambrano, M.: "Geografía de la Aurora", en De la Aurora, Madrid, Ed. Turner, 1986
6 comentarios:
¡Muchas felicidades! con un gran abrazo.
Muchas gracias, Bel. Un gran abrazo también para ti.
Montse.
Enhorabuena por estos 3 años.
Un abrazo.
Gracias, Alfaro. He querido mantener tu post el máximo de tiempo posible...
Un abrazo también para ti.
Montse.
¡Felicidades, Cuaderno de Poesía!
¡Felicidades, amiga Montse!
Vaya, si parece que fue hace poco cuando andábamos ilusionadas con el proyecto, y mira, ya han pasado 3 años.
Que todo siga saliendo tan estupendo y adelante siempre, con mucha ilusión-
Besos
Gracias MCarmen. Es grato recordar la compañía de quienes -entre ellos tu-, confiaron en esta alocada que soy y en su proyecto electrónico.
Tiene más vida este proyecto mío, pero no hay prisa; ahora se encuentra en otra fase.
Qué más quisiera que la evidencia de una continuidad más fructífera, pero me es más satisfactorio moverme con cierta distancia y libertad ya que entiendo esta dedicación como un elemento placentero.
Un beso también para ti.
Montse.
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