Apenas hizo su entrada en la sala la gran escritora, el público de Tenerife allí congregado, se desbordó de emoción y prorrumpió en aplausos, pues todos comprendimos que estábamos ante un mito, una leyenda de la Literatura.
Este Congreso alcanzó su punto más alto con su presencia, con su humor, sencillez y su experiencia, que trató de hacernos comprender cómo ha sido su vida de escritora y nos confesó que 
todavía sigue reivindicando su "bosque" como el mundo de imaginación y fantasía que se inventó desde su infancia, y que le llevó a la literatura, creando un mundo propio, distinto al mundo convencional “opresivo, en el que las mujeres no teníamos ni voz ni voto, y en el que no me encontraba cómoda”.
Gracias, Ana Mª, por regalarnos tu presencia y hacernos sentir mejores personas por haberte conocido.
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