Presentación en el Ateneo de Barcelona, "Poemas desde mi ombligo" y "Lejos de Valparaíso"

Viernes 9 de julio a las 18 h en el Ateneo de Barcelona c/ Canuda, 6 presentación de los poemarios "Poemas desde mi ombligo" de Yolanda Sáenz de Tejada y "Lejos de Valparaíso" de Noemí Trujillo.

Presenta Micaela Serrano Quesada y organiza El laberinto de Ariadna.
 
 
 
 

Noemí Trujillo (Barcelona, 1976). En 2009 publica su primer poemario, La Magdalena. Ha colaborado en las antologías Renacuajos, ranas y algún que otro príncipe azul, Lágrimas de despedida, Impresiones y recuerdos y Amor eterno.

Socia fundadora y presidenta de la asociación cultural y artística ANCEO, que se dedica a la divulgación cultural.

También ha colaborado en la antología Siete voces para una misma palabra, poesía y en el libro en "prosia" La misión estelar del club Dante junto a Julián Miranda y otros veinte poetas.

Ganadora de la XXIV edición del concurso de relato breve Ciutat de Viladecans, con el cuento "La Candelaria".


Lejos de Valparaíso

El amor es un viaje mágico y doloroso por el interior del cuerpo humano. En el caso de Noemí Trujillo, la metáfora se hace realidad, pues un viaje casual de su marido -a Chile, por ejemplo- desencadena en ella toda una cadena de reacciones químicas que la conducen a la soledad del papel en blanco y a viajar en sus versos por el país del amor, que está mucho más cerca y mucho más lejos, mucho más nunca y siempre, mucho más arriba y debajo, que esa franja estrechísima de terreno entre los Andes y el Pacífico donde nació Pablo Neruda hace ya ciento cinco años. El cuerpo de Noemí (y cuando digo "cuerpo" quiero decir, también, "espíritu") viaja por el planeta del "te quiero", del "te echo de menos" y del "te necesito" con una intensidad y una hondura tales que se diría va a quebrarse en cualquier momento y hacerse pedacitos, como si hubiese un iceberg soñado o un acantilado imposible que frenase su singladura con el beso mortal y desgarrador de sus irresistibles labios de hielo o de basalto.

Porque el amor es un viaje en el que acabas roto, desvencijado, hecho trizas, y esa sensación de ir fragmentándose en pedacitos conforme piensa uno que va avanzando no se experimenta tan sólo en el cerebro, sino en todas y cada una de las partes del cuerpo, incluso en los ovarios. Por eso dice Noemí: "Mis ovarios huelen / a fruta podrida" en el poema que inaugura el libro, escrito desde el bosque en llamas de la ausencia. Junto a esa indeseada fragmentación de nuestra geografía corpórea hay, en el viaje del amor, escalas que aglutinan los trozos del amante en gloriosa unidad durante unos instantes, y de esos momentos de plenitud y de felicidad también se nos habla en Lejos de Valparaíso. Se queja la poeta de multitud de carencias, pero también exhibe las cartas de la entrega y del deseo permanente como un mazo de naipes victoriosos que vienen a expresar el lado "constructivo" del amor, aquel que se proyecta en la ansiada maternidad -tema recurrente en el libro-, en la búsqueda de un canibalismo amoroso que, en vez de fragmentar, aloje la arquitectura de la amada en el estómago del amado, o viceversa, evocándose algo de lo que yo mismo decía en mi poema "El desayuno" y que, mucho antes que yo, y en términos negativos, había expresado con voz irrepetible el bueno de Lucrecio en el libro IV de su poema De rerum natura: "Los alimentos, las bebidas ocupan sitios fijos en nuestro cuerpo una vez ingeridos, y así es fácil apagar el deseo de beber y comer." Pero, ¿qué queda del amado en la amada? ¿Qué de la amada en el amado? Y contesta Lucrecio: "Impalpables y vanos simulacros, miserable esperanza que muy pronto se desvanece."

Noemí Trujillo sabe muy bien de lo que habla. Y se expresa alto y claro, para que todo el mundo la entienda. Me alegro de que, en ese constante desvelarse ante el exterior (¿qué otra cosa es la lírica?), le hayan servido viejas fórmulas mías, que ella enriquece con nuevos juegos de palabras, como cuando escribe: "No sabes / cómo me agota / amarte tanto / y sentirme / desarmada." (Sutilísima esa r que convierte a la "desamada" en "desarmada", porque el amor es un estado de rendición, y quien se rinde entrega al vencedor todas sus armas.)

Tras la oscuridad, la partida y la espera todo acaba en llegada y luz, aunque en esa llegada y en esa luz haya matices de todos los colores, desde el verde de la esperanza hasta el negro del abismo. Pero eso es el amor: un viaje al fondo de la noche en el que se funden integración y desintegración en un mismo crisol, del mismo modo que la materia y la antimateria se dieron cita en el big bang para poblar el universo. Noemí nos da cumplida cuenta de ese viaje mágico y doloroso en el libro que empieza donde terminan estas líneas cariñosas y cómplices.


Luis Alberto de Cuenca

Yolanda Saénz de Tejada YVÁZQUEZDEMIMADRE. Escritora y creativo (y utópica). Ha publicado ¡A Jugar! (Mondadori, 2008, con Eduard Estivill, que se ha convertido en un best seller traducido a varios idiomas); El Camino del Sueño, un libro para aprender a dormir bien (Ara Llibres 2008); y en poesía: Tacones de Azúcar (Premio Internacional de Poesía Sial 2008, dos antologías de “Poesía en el Palacio” (Ayuntamiento de Granada 2008 y 2009), Farmapoemas (colegio de farmacéuticos de la Coruña 2009), Poemas desde mi ombligo (Huerga y Fierro 2010) y “¡Corre Edith Napoleón!” (lalunaesmía editoras 2010) que es un libro de poemas para luchar contra la violencia a la mujer. Ha colaborado además en varias antologías de poesía.

Tiene, junto a Noemí Trujillo, su propio sello editorial: http://www.lalunaesmiaeditoras.com/ Como creativo, desde su fábrica de sueños a medida LALUNAESMÍA diseña y coordina proyectos culturales, así como diseño gráfico siempre tentando a las leyes entre la realidad y ficción. Colabora con la cadena Ser (Radio Linares) en un espacio semanal al que ha llamado “Poesía para gritar”, desde donde, con poemas suyos, lucha contra las injusticias sociales. Participa en multitud de actos solidarios y amadrina a varias asociaciones que luchan por hacer un mundo más justo. Es también miembro de la Plataforma de Mujeres Artistas contra la Violencia de Género. Y actualmente vive en un lugar cerca del cielo, donde cultiva pimientos y poemas…

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